jueves, 10 de junio de 2010

Los mitos de la historia Argentina II- Felipe Pigna


Rivadavia, la deuda mas larga del mundo.

¿Necesitaba endeudarse la Argentina de entonces teniendo una clase de terrateniente con un interesante volumen de giro y depósitos en el exterior?
Nos han hecho creer que nuestro país ha padecido el mal “endémico y crónico” de la falta de capitales.
El origen de nuestra deuda externa, el “empréstito Baring Brother” fue un brillante negocio para unos pocos vinculados al poder de turno y que su utilización no se aplicó, como los miles que vendrían después, en nada productivo. Sólo sirvió para aumentar el capital de los que estaban en condiciones de prestarle dinero al Estado y evitarle la inauguración de nuestra deuda externa.
El empréstito de Baring fue una estafa al estado primero provincial y luego nacional. A los estafadores hay que buscarlos entre los funcionarios y los gestores del crédito asociados a la casa bancaria londinense.

El cuarto mosquetero
Rivadavia, el primer presidente Argentino nació en Buenos Aires el 29 de mayo de 1780.
La política centralista del triunvirato provocó un gran descontento y le dio un carácter autoritario al gobierno. Rivadavia se había hecho cargo del puesto de Juan José Paso, que había renunciado.
El 8 de octubre de 1812 las tropas de San Martín, Alvear y Matías Zapiola se hicieron eco del descontento popular y derrocaron al primer triunvirato, reemplazándolo por otro afín a las ideas de la logia y la sociedad patriótica compuesta por Nicolás Rodríguez Peña, Juan José Paso y Álvarez Jonte.
Tras esta derrota, Rivadavia desapareció por dos años de la escena. Belgrano regresó en 1816, pero Rivadavia quedó en Londres hasta 1820.

Las luces de Londres
Rodríguez designó a Rivadavia como ministro de gobierno un cargo muy importante equivalente al de un primer ministro actual.
En sus memorias, Tomás Iriarte define al Gobernador Martín Rodríguez como un hombre vulgar, un gaucho astuto que tuvo buena elección de ministros y fue dócil para dejarse gobernar.
Rivadavia llega de Inglaterra a una Buenos Aires sin industrias ni con una burguesía con ganas de aplicar las nuevas técnicas de progreso y mucho menos de arriesgar sus seguras ganancias ganaderas en “aventuras industriales”.
Las ideas de liberalismo progresista de Rivadavia no tenían en esas tierras base de sustentación.,
En noviembre de 1821 se dictó “Ley de Olvido” para promover la pasificación. Esto permitió el retorno de desterrados como Alvear, Sarratea, Soler, Dorrego y Pagala.
En 1822 se estableció una bolsa de comercio. Ese mismo año se fundó el Banco de Buenos Aires. Para 1822 la mitad de las importaciones de Buenos Aires Provenía de Gran Bretaña.
Rivadavia lanzó una reforma eclesiástica que le traería graves problemas. Suprimió los fueros eclesiásticos que le permitían a las órdenes monásticas tener sus propias cortes de justicia; confiscó las propiedades de las órdenes religiosas y creó instituciones que competían en áreas de poder e influencias que habían sido patrimonio de la Iglesia fundó la universidad de Buenos Aires.
Un grupo de sacerdotes descontentos, organizó dos conspiraciones, en agosto de 1822 y marzo de 1823. El gobierno se enteró del intento y decidió reprimirlo. Rivadavia suprimió los cabildos y estableció una ley en la que tenían derecho al voto todos los hombres nativos del país mayores de 20 años pero solo podían ser elegidos para los cargos públicos mayores de 25 años que poseyeran alguna propiedad.

Perdona nuestras deudas.

El 19 de agosto de 1822 por iniciativa de Rivadavia la Junta de Representantes de Buenos Aires facultó al gobierno un empréstito de tres a cuatro millones de pesos para nada menos que a) Construir un puerto en Buenos Aires b) Fundar 3 ciudades sobre la costa que sirviera de puerto al exterior c) Levantar pueblos sobre la frontera de indios d) Proveer de agua corriente a la capital provincial.
Otra ley disponía que el empréstito “no podrá circular sino en los mercados extranjeros” y que si sería por 5 millones de pesos y que la base mínima de su colocación sería al tipo 70% o sea que por cada lámina de 100 al gobierno de Buenos Aires le quedaría efectivamente 70 libras.
Cuando Gascon, Paso y Castex gestionaron por excesivo el monto de 325.000$ anuales, les contestó que la economía de la provincia era tan brillante que los presupuestos de los próximos 5 años darían un amplio superávit de 600.000$ anuales. Con semejante superávit no entendía porque se hacía necesario tomar deuda externa.
Convenía traer oro de Londres y así oxigenar la economía provincial. La ley quedó aprobada y se fijó como garantía la hipoteca sobre la tierra pública de la provincia.
Un documento del historiador Félix Castro pauta entre otras cosas:
.Que el empréstito será nuestro en los mismo términos que concede la junta representativa (al 60%).
.Si el empréstito de Chile se hallase en venta por lo menos en Londres al 70%. En este caso el gobierno debería pagar el 2% sobre los 5 millones como para pagar gastos.
.El capital de 5 millones se remitirá de Inglaterra siempre que se pueda en letras contra casas respetables de Buenos Aires o se girara por nuestra casa de esta contra la otra de Londres sujetándose siempre el gobierno a las alteraciones del cambio.
.Los intereses del empréstito se pagará a nuestra casa en Buenos Aires que ésta remita a la otra en Londres con puntualidad quedando el gobierno sujeto a alteraciones del cambio.
.Si por eventos contrarios e imprevistos fuese impracticable realizar el empréstito ni por nosotros si por otro cualquiera en los términos de la ley y quedarse así frustrado nuestro objeto el gobierno nos indeminazará con 8000$ a cada uno del modo y forma que tuviese a bien.
El 7 de diciembre los Robertson convencen a Rivadavia para que acepte la formación de un consorcio para colocación del empréstito de Londres “al tipo de 70” .
El 12 de junio de 1824 Castro llegó a Londres y el 25 Robertson, le escribe al banquero Baring para dejar los puntos claros del negocio:
.El primero de julio de 1824 queda establecido:
.Los intereses de 60.000 libras anuales deberían pagarse en 2 cuotas semestrales, una cada 12 de enero y otra cada 12 de julio de cada año.
.Por lo del riesgo país, Buenos Aires debería demostrarle a Baring que disponía del monto 6 meses antes de los pagos.
.El estado de Buenos Aires “empeñaba todos sus efectos, bienes, tierras, hipotecándolas al pago exacto y fiel de la dicha suma.

El 26 de julio se completó el “Bono General” que resumía las peculiares características de la operación y establecía la participación de los socios en la operación. Baring retenía 200.000 títulos pero adjudicaba al gobierno porteño 140 libras, porque tomaba el tipo 70% aunque el empréstito se colocara al 85%.
La lisonjeada Baring había logrado recaudar 850.000 libras. Al gobierno de Buenos Aires solo tenía que pagarle 700.000 libras. De las 150.000 libras restantes tenía que entregarle 120.000 a los negociadores y quedarse con 30.000.
Cuando Rivadavia renunció a su ministerio llegó a Londres, los banqueros tomaron a cargo del estado de Buenos Aires, 6.000 libras esterlinas del empréstito para gastos de “representación” del ex funcionario que en realidad estaba viajando por negocios personales.
Robertson y Castro retiraron otras 7.000 libras en concepto de comisión y porque otras 3.000 simplemente por gastos. Esto violaba lo establecido en sus instrucciones que no le permitían descantar sus comisiones al gobierno y ya que estaba Baring, notando el descontrol, impuso un descuento de 131.300 libras por “cuatro servicios adelantados de intereses, mas una comisión del 1% sobre los mismos”.
Tras el saqueo de Baring del millón de libras quedaban 552.700.
El 2 de julio la cordial banca informaba que “o convenía por prudencia mandar oro a tanta distancia y proponía depositar en su propio banco las 552.700 libras a un interés del 3% que es todo lo que podemos dar”.

Un verdadero Autopréstamo
¿Qué pasó con las pocas libras que llegaron a Buenos Aires
Debieron reembolsarse al consorcio “los 250.000$ adelantados, mas su considerable interés.
El remanente Junto con otro millón de letras de tesorería se dispuso que fueran provisoriamente administrados por una junta de inspección y Economía para entretenerlos productivamente. Para 1904 cuando se terminó de pagar el crédito, la Argentina había abandonado a la casa Baring Brothers la suma de 23.734.766$. La casa Baring ya contaba con un apoderado en Buenos Aires. El funcionario traía la misión de firmar un tratado de libre comercio y Amistad. Este tratado firmado el 2 de febrero de 1825 sellará el destino del país como nación dependiente de una nueva metrópoli que le asignó un papel inamovible en la división del trabajo que imponía al mundo: el de simple productor de materias primas y comprador de manufacturas.

Garantías eran las de antes
Todas las tierras quedaron hipotecadas como garantía del empréstito. Rivadavia decidió aplicar el sistema de “enfiteusis” por el cual los productores rurales podrían ocupar y hacer producir las tierras públicas, no como propietarios sino como arrendarios.
Algunos han querido ver en la enfiteusis una especia de reforma agraria.
Lo cierto es que la Enfiteusis fue un colosal negocio para los mismos de siempre, 538 propietarios obtuvieron 8.600.000 hectáreas por las que el Estado recibió la cifra de 5008$. La iniciativa fue prendiendo y en diciembre de 1824 representantes de todas las provincias de la época comenzaron a sesionar en Buenos Aires, cuyo gobierno era ejercido por las Heras.
El congreso tomó diversas medidas como la ley fundamental, la ley de presidencia y la ley de capital de estado.

Rivadavia Presidente
Los defensores del proyecto pretendían utilizar la situación de guerra con Brasil para transformar en permanente el cargo provisorio que había sido delegado en el gobierno de Buenos Aires.
La ley de Capital de Estado le hizo perder el apoyo de los porteños a Rivadavia. La provincia había desaparecido. En diciembre de 1826 se terminó por aprobar una constitución que sino fuera por su declarado republicanismo, coincidía en cuanto a su tendencia centralizadora con la de 1819 y como aquella provocó la airada repulsa de los caudillos y los pueblos. Rivadavia se retiró definitivamente, en 1829 partió a Francia dejando a su familia en Buenos Aires. En 1834 decidió regresar pero el gobierno de José Viamonte le impidió desembarca. Los Rivadavia se instalaron en Colonia y luego en Brasil. El 2 de septiembre murió y sus restos fueron repatriados en 1857 y desde 1932 descansan en el mausoleo levantado en honor en Plaza Miserere sobre la avenida mas larga del mundo.

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